jueves, 26 de enero de 2012

AMAS DE CASAS DESESPERADAS

Por: Karen Zambrano

DISCRIMINACIÓN A LAS AMAS DE CASA

Es un trabajo sin prestigio social y desvalorizado económica y socialmente.
El sector más amplio que no genera ingresos es el trabajo doméstico no remunerado de las amas de casa y es el que carece de los mínimos derechos sociales, por tanto esta es una manera de discriminación por parte del Estado.

El ama de casa es una figura desprestigiada y desprotegida, a pesar de que realiza una función social primordial. La discriminación de las amas de casa afecta especialmente a las madres de familia numerosa, ya que es frecuente que estas mujeres tengan que renunciar a desarrollar un trabajo profesional para poder atender las obligaciones familiares. Aunque,  muchas de estas familias son las que más necesitan de un apoyo económico.

El mandato cultural ve el rol reproductivo de la mujer dentro del hogar como un deber y un aprendizaje necesarios a su condición de mujer. Por lo que su función no está reconocida oficialmente, el Estado las discrimina porque piensa que les ahorra mucho dinero. Asimismo, la misma sociedad cree que  su presencia en casa permite ahorro de guarderías.

En el Ecuador según datos del Consejo Nacional de Mujeres (Conamu) calcula que a escala nacional existen cerca de 1,6 millones de mujeres que se desarrollan en el ámbito del trabajo doméstico.
Las amas de casa carecen de los mínimos derechos sociales que corresponden a cualquier trabajador, como la pensión de jubilación. En los casos de mujeres que también trabajan fuera de casa, éstas suelen cargar, normalmente, con el plato fuerte de las tareas del hogar, evidentemente sin percibir remuneración alguna por este trabajo.

AMAS DE CASAS SERÁN AFILIADAS POR EL ESTADO
Desde  que  se aprobó el texto de la Constitución en el 2008  se introdujeron  varios cambios en el actual esquema de Seguridad Social. Pero algunos de estos todavía no incluyen a las amas de casas, solo ha quedado en una propuesta de proyecto que se sigue discutiendo. El proyecto busca la forma de incluir a las amas de casa en el Seguro Social.
La propuesta fue  presidida por Nívea Vélez de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, quién señaló que “la misma Constitución establece que el Seguro Social es universal y obligatorio y que las amas de casa serán reconocidas por su trabajo doméstico no remunerado”.

El Consejo Nacional de Mujeres (Conamu) calcula que a escala nacional existen cerca de 1,6 millones de mujeres que se desarrollan en el ámbito del trabajo doméstico.   De estas 1’500.000  amas de casa no afiliadas están en los quintiles 1 y 2 de pobreza, es decir que no pueden pagar la seguridad social.

María Quishpe, coordinadora nacional de la Red de Mujeres por la Vida, mencionó que esta ley además de amparar a las amas de casa, está dirigida a discapacitados, madres solteras  y personas que realizan actividades no remuneradas en sus hogares. Además, señaló que las amas de casas también  contarán  con un seguro en caso de sufrir algún accidente en sus quehaceres domésticos
Según la propuesta la forma de financiar el seguro a las amas de casa provendría de los recursos generados por el cobro de impuestos a consumos especiales y otros impuestos.
La mayoría de mujeres ama de casas del país desconocen el proyecto de ley que busca garantizar la seguridad social para ama de casas y personas que realizan trabajos no remunerados.

70 AÑOS DE TRABAJO A JORNADA COMPLETA SIN DERECHO A SUELDO


Rosario menciona que su labor es encargarse de su casa hasta que fallezca.
Las amas de casa son el colectivo profesional más numeroso que existe en todo el mundo. Su trabajo, silencioso y silenciado las tiene ocupadas, debido a  la práctica totalidad del día en tareas como:  hacer las camas, asear a los niños, así como llevarlos al colegio y recogerlos, barrer y fregar el suelo, limpiar el polvo, preparar la comida, entre otras actividades.
Rosario Hidalgo Pinto de 83 años de edad es una de ellas, lleva trabajando en su hogar  sin remuneración  70 años. Desde que tenía 13 años de edad tuvo que encargarse de las labores domésticas, su madre la obligaba a arreglar la casa y atender a sus hermanos. Ella siempre le recordaba que debía aprender a ser bien mujercita para que no vaya a tener problemas en el matrimonio.
Cuando contrajo matrimonio y con la llegada de 3 hijos a su vida se complicó más, debía encargarse del hogar las 24 horas. Su esposo la maltrataba física y verbalmente.
-    Si la ropa no estaba bien lavada él me la votaba al piso y la pisoteaba, mencionó Rosario.
Ella no terminó el bachillerato porque su familia tenía la visión de que las mujeres deben estar al cuidado de la casa,  de los hijos y  que solo los maridos deben salir a trabajar. Estas mismas costumbres se las ha enseñado a sus tres hijos.
A pesar de que dos de sus tres hijos ya no viven en su casa, ella sigue realizando las tareas domésticas. Todos los días se levanta a las 6 de la mañana para preparar el desayuno hasta las 9 de la noche que termina con sus actividades domésticas.
Rosario como muchas de las mujeres del país que están en las mismas condiciones desconoce del  proyecto de ley para proteger a las amas de casas y darles un seguro. Ella menciona que así el Estado les ayude, la labor de una mujer es estar en la casa al cuidado del esposo y de los hijos, pues es una obligación no u  trabajo.

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