Por: Oscar Flores
>El exceso de pacientes ante la falta de camillas y la desatención hacen que en el Hospital Dr. Enrique Garcés, la prioridad sean casos de urgencia. Sin embargo, entre 20 y 25 adultos mayores llegan en ambulancia al hospital diariamente para ingresar por Emergencia.
Germán Padilla, un quiteño de 67 años llegó a las 08:00 del martes con su esposa y, tras finiquitar los trámites respectivos de ingreso, logró que su cónyuge sea internada una hora más tarde. El señor, que se dedica a realizar mandados, para subsistir, espera recostado en el césped del hospital, la decisión de los médicos y la llegada de sus hijos. El martes, la familia Padilla corrió con suerte, debido a que la compañera sentimental de Germán será intervenida quirúrgicamente.
El hombre indicó que era la primera vez que llegaba al hospital porque a su esposa le iban a operar la vesícula. Para llegar hasta el hospital, ubicado en el sector de Chilibulo, al sur de Quito, tuvo que coger dos buses: uno desde Guamaní (donde vive la familia Padilla) hasta la Villaflora, y otro hasta el hospital Enrique Garcés.
“Aquí es mejor que en otro lado. Todo dan aquí, sólo algún examen aparte, toca pagar...”-dijo el hombre al referir su gratitud por la atención médica gratuita.
Pero, la esposa de Germán fue considerado un caso de atención urgente, razón por la cual fue internada, pues debía ser operada. En cambio, no sucede lo mismo con otros pacientes mayores de 60 años que llegan al hospital.
Sentados fuera de la sala de Emergencia, se encuentran cinco adultos mayores a la espera de ser atendidos, mientras un paciente en silla de ruedas pasa junto a ellos, acompañado de sus familiares, dirigiéndose al estacionamiento.
La otra cara de la moneda
María Angelita Flores, una comerciante de 84 años, recuerda que sólo una vez acudió al hospital por un fuerte dolor de estómago. La revisión médica que recibió la señora que tiene un local de golosinas y confites en el patio del hospital, fue insuficiente, según ella.
A pesar que no había más pacientes a la espera de ser atendidos, el “médico” que le atendió pues según ella, era un joven practicante, le dijo que no tenía nada y no le dio ni le recetó ningún medicamento para el dolor. Razón por la cual, Angelita Flores, cuando se siente mal de la salud acude a médicos particulares o sus plantas medicinales.
Problemas que afrontan los paramédicos
Según Xavier Duque, paramédico particular que trabaja para la compañía AYUDAMED: “acá al Hospital del Sur (como popularmente se le conoce) viene de todo a Emergencia y en lo que se refiere a adultos mayores: entre 20 y 25 personas, por día”. Así mismo, Duque indicó algunos mayores de 60 años vienen en ambulancia simplemente por un dolor y principalmente por la necesidad de movilización, razón por la cual, requieren del transporte de emergencia.
A pesar de recalcar la filosofía y la ética de los paramédicos con respecto a la atención de una ambulancia de emergencia, donde es prioridad los casos graves, indicó que no se le considera una gran molestia el hecho de llevar a los adultos mayores hasta el hospital, aunque no tengan un malestar de suma urgencia. Sin embargo, recalcó que el problema radica en que muchos de los pacientes mayores de 60 años que llegan al hospital no son atendidos ni por Emergencia, lugar al que primero acuden, pues la prioridad son los más graves. Mientras que por consulta externa o no son atendidos o se desilusionan por la larga espera. Esto repercute en que salgan molestos y que prefieran clínicas particulares.
Ante una situación no de suma urgencia
En el caso de la atención por Emergencia, en un hospital siempre serán los casos más graves. Sin embargo quienes vivan en el sur de Quito y no se encuentren en un estado de gravedad, pueden dirigirse a los centros de salud de Guamaní, Chillogallo, La Magdalena y Eplicachima, que constan en los registros de la Dirección de Salud de Pichincha.
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