jueves, 24 de noviembre de 2011

LA RADIO UNIVERSITARIA, UNA NUEVA PROPUESTA RADIOFÓNICA

Por: Jefferson Herrera 
La radio de la Universidad Central del Ecuador, RUCE, es un logro que ha conseguido este importante centro educativo. Aún lleva pocos meses en el aire y su oferta de programas le apuesta a apoyar la construcción de una academia con visión integradora y que vaya a la par de las nuevas tecnologías de la comunicación, siempre con una visión social y de servicio a la colectividad.
Al ser un medio anexo a una universidad pública el carácter que rige a esta radio es el concepto de radio pública y comunitaria, por lo que para la población universitaria centralina la RUCE puede cumplir un importante papel de información, desarrollo cultural, progreso tecnológico y vinculación con la comunidad.
El director general de la estación es el catedrático Samy de la Torre, profesor y comunicador con más de treinta años de experiencia en el medio radial. Entre sus principales funciones están dirigir a la emisora de acuerdo a los objetivos planteados, coordinar al personal que en ella labora, además, administrar proyectos, presupuestos y llevar todo un registro de cómo va el funcionamiento de la radio.
En cuanto a la programación, Alejandra Ramírez, conductora de “180 grados”, que se transmite por la RUCE, afirma que casi todos los programas están hechos por pasantes y acota que esto se debe a que la emisora está abierta a recibir proyectos y nuevas opciones de estudiantes que se forman como futuros profesionales de la comunicación.
Idear una oferta de programas en radio no es tarea fácil, se debe tomar en cuenta la misión, la visión y los objetivos de la estación, el público al cual va dirigido, el estilo con el que se emitirá, etc., todo debe ser pensado en función de quien está tras el micrófono.
Dicha actividad es muy complicada y lo es más si se toma en cuenta la competencia que este medio tiene en relación con la televisión, el internet o la telefonía celular, un sistema que en la actualidad acapara a todo lo anterior. Y es que la proliferación de toda una industria de la imagen ha venido a opacar el desarrollo y la aceptación de alternativas comunicacionales con un alto nivel de calidad y trayectoria.
Si se echa un vistazo a la historia de los mass media, se pensaba que con el surgimiento de la televisión la radio desaparecería, y lo mismo se pensó de la pantalla chica cuando el apogeo del cine alcanzaba a llenar todas sus salas.
Radica ahí entonces todo el desafío que la radiodifusión tiene ante sí: llevar a los escuchas información y entretenimiento digno de ser tomado en cuenta a la hora de escoger a uno u otro medio.
La magia de la radio ha demostrado una y otra vez que la comunicación auditiva es una de las más efectivas, no es casualidad que aún se siga publicitando en ella, tampoco lo es el hecho de la existencia de cientos de programas musicales, noticieros, radiorevistas, radioteatros, etc., que hoy por hoy se encuentran dentro de la programación de las diversas emisoras ecuatorianas, ya sea en am (amplitud modulada) o en fm (frecuencia modulada).
Trabajar especialmente con un sentido del receptor, el oído, obliga a los comunicadores especializados en radiogramas a ponerse retos de creatividad que consigan estimular la imaginación de quienes los oyen y recibir la tan ansiada respuesta, o feed back, como se la conoce en la jerga comunicacional.
Utilizar los cuatro elementos básicos de este campo, como son la palabra, los efectos, la música y el silencio, es una tarea que exige de quienes la realizan un buen nivel de profesionalismo y preparación, además de tiempo y un alto grado de educación estética en lenguaje sonoro.


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